Amor, Compasión, y Paz Mental.

 

En el mundo de hoy encontramos degradación en muchos campos: en la economía, en el poder político, en el medio ambiente, etc. Como resultado, en él nos encontramos con el recelo y el odio entre la gente. Nosotros, como seres humanos, intentamos encontrar la felicidad en todo tipo de objetos externos, al par que rechazamos los valores internos.

Como muy acertadamente ha afirmado Su Santidad el Dalai Lama:”El amor y la compasión son necesidades, no un lujo; sin ellos la humanidad no puede existir”.

 

El materialismo es parte de la vida, no la esencia de la vida.

 

El amor y la compasión no es algo que podamos comprar en las tiendas. Ha de ser desarrollado dentro de nosotros. A un nivel último, la razón por la que el amor y la compasión nos traen la mayor de las felicidades posible, es simplemente porque nuestra naturaleza las quiere por encima de cualquier otra cosa. La necesidad del amor se sitúa en la misma base de la existencia humana. Resulta de la profunda interdependencia que todos nosotros compartimos con los demás.

 

Nosotros somos animales sociales, no podemos vivir sin el apoyo y el amor de los demás. Todos nosotros somos interdependientes. El propósito de nuestra vida es el ser felices. Nunca nadie ha dicho, que él o ella, deseen sufrir. El hecho es que ninguno de nosotros lo queremos de forma alguna. Por lo tanto, para ser feliz practica el amor y la compasión. La caridad comienza en casa, de la misma forma que el amor y la compasión también empiezan en casa, con nuestras familias, nuestros parientes, amigos, incluso con nuestros enemigos. De hecho, podríamos decir que nuestros enemigos son nuestros mejores maestros, puesto que nos hacen practicar la paciencia. La cual yo considero que es uno de los factores más importantes para lograr la paz mental.

 

 

El amor y la compasión harán que nuestro mundo, en el que viven siete mil millones de personas, sea un lugar mejor. Por consiguiente, yo ruego a las Tres Joyas (Buda, Dharma, y Sangha) para que la paz pueda prevalecer, para que todos los seres sintientes alcancen el Nirvana. Y para que tú tengas una vida llena de amor, compasión, honestidad, salud y éxito.

 

Así pues, con este comentario, concluyo mi carta aquí, con una multitud de oraciones y de buenos deseos. Feliz Navidad una vez más, y un Feliz Año Nuevo de 2012.

 

Mis mejores deseos.

Tuyo en el Dharma, Geshe Lama Ahbay Rinpoche.